Mientras termino de curarme mis lesiones, y continuo haciendo mis ejercicios a los que fuí condenado de por vida por un problema de mis pies reflexiono en una versión tropicalizada del personaje de Shakespeare: Hamlet "To be or not to be?" that is the question.
Muy a mi modo: "Correr ó no correr? he ahí el dilema, dónde me cuestiono y me enfrento al fantasma de mis lesiones que tanto me han mermado y costoso me han resultado; pasando por las simples y cotidianas ampollas cada vez que uno cambia de calcetines, calzado, distancia y tipos de terreno.
A veces causa terror tener que comprar tenis nuevos pues los "amanzados" ya están muy viejitos y la imperativa necesidad cambiarlos invariablemente me lleva a un encuentro de dos ó tres días de enfrentamientos contra las ampollas. Lo mismo resulta de los calcetines ó las no por menos incómodas rozaduras de la playera en los pezones que terminan ardiendo por el maravilloso complemento y aderezo del sudor y el calor.
Los problemas fuertes vienen después con mi tormento sobre las lesiones de pies, mis arcos plantares demasiado algos que me generan tener pisada impactada, por lo cual fui condenado de por vida a los infiernos a tener que hacer ejercicios diariamente de estiramiento sin importar que corra ó no. Eso a la vez repercute en mis muy maltrechas rodillas. Problemáticas en parte por la mala postura a la que nos enseñan desde pequeños a correr y en parte a mi carga genética que está francamente peleada con la ortopedia.
Una vez iniciado el problema en las plantas de los pies el impacto repercute directamente en las rodillas por consiguiente me he ganado una maravillosa e interminable lista de "retiros por lesión" gracias a mi ligamento lateral externo izquierdo, que en lugar de comportarse como quesito de Oaxaca parece más bien queso cotija.
El 2012 ha sido un año de lesiones y sus correspondientes dolores, pasar los días vendado, con vendas elásticas, sonando como maraca por tanto anti inflamatorio, masajes dolorosos, sesiones de hielo y calor que prodrían provocarle una bronquitis a cualquier rodilla debilucha.
En fin, es mucho mi tormento y sería lógico mandar todo al demonio y decir: "pare de sufrir".
Ahora la contraparte de todo esto se ve reflejado en los 15 kilogramos que perdí en 2 años y sentirme con la suficiente energía para hacer una y mil cosas que no podía realizar cuando tenía 15 años de edad. La ironía de la vida se me presentó en el 2008 cuando me enfermé y a partir de ahí empezó esta loca aventura aplanando calles.
Correr me ayudó a dejar de fumar por un buen tiempo y mantenerme... Actualmente tomando todo muy en serio puedo sentirme muy agusto con 3 meses sin tabaco y sintiendo náuseas cada que un cigarro está prendido cerca de mi; por consiguiente no me he enfermado de gripe en año y medio, la ropa me queda y hasta me sobre, incluso he considerado seriamente en comprar ropa 2 tallas abajo de lo que solía comprar.
Al final las lesiones seguirán estando ahí y considero justo el balance de mis dolores comparado con 3,120Km que tengo registrados y las cerca de 282 horas que he pasado corriendo. correr mi primer medio maratón con un muy buen tiempo de 1hora 47 minutos sorprendiéndome yo mismo de mi tiempo realizado y teniendo que confirmarlo en el tablero oficial... Una gran emoción y una satisfacción personal inigualable...
Seguiré pues sacándome ampollas y llorando por los rincones cada que corra más de 20km en una tarde.
Eduardo Benítez B.